Eres una perdición
donde no estás aparecen
ecos de tu vos,
alguna risa guardada en el placard
tu Camisa tirada, y tu cigarrerra vacía
la lluvia se convirtió en tu compañía en noches de desesperación
y vuelves, con la boca llena de mentiras
serpientes se enredan en tu estomago
y hay veneno en tus ojos.
pero sigo castigándome
vuelves para amarrarme
y no quieres soltarme, y no quiero soltarme.
sigues siendo mi perdición.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
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